El Topo Obrero 1975 - 2005: 30 Años al servicio de los trabajadores y el pueblo

Un día sábado a finales de 1975, un grupo de unos 3 camaradas: José Avendaño, Josefina Mujica y Ricardo Galíndez, que previa discusión había decidido publicar un periódico tamaño 1/18 de 4 páginas, en multígrafo, se enrumbaron hacia la zona industrial 1 y más precisamente hacia la empresa UNIVENSA, la primera elegida para empezar un trabajo político sindical a nivel de fábricas.

LOS PRIMEROS PASOS: Una historia, parte de la historia del movimiento obrero del estado Lara

Un día sábado a finales de 1975, un grupo de unos 3 camaradas: José Avendaño, Josefina Mujica y Ricardo Galíndez, que previa discusión había decidido publicar un periódico tamaño 1/18 de 4 páginas, en multígrafo, se enrumbaron hacia la zona industrial 1 y más precisamente hacia la empresa UNIVENSA, la primera elegida para empezar un trabajo político sindical a nivel de fábricas.

El periódico de nombre “El Topo Obrero” en cantidad de 500 comenzó su largo trajinar entre las filas del proletariado fabril. Semana tras semana comenzó a realizar su labor para ayudar a organizar a la clase trabajadora a nivel sindical y para las filas del marxismo revolucionario. Con “El Topo Obrero” se pretendía construir el Frente de Trabajadores Socialistas que impulsaba el ya desaparecido Partido Socialista de los Trabajadores.

Semana tras semana se repartía en los portones de las empresas de manera gratuita, pero pidiendo a su vez una colaboración voluntaria. En la medida que se repartía el periódico, los camaradas íbamos tomando nota de quienes eran los trabajadores más consecuentes y animosos en recibir y colaborar con el periódico y así fuimos haciendo una lista de contactos que servían como reporteros (contactos) dentro de las empresas y otros se incorporaron a “El Topo Obrero”.

Al cabo de unos meses nuestro periódico ya tenía un tiraje de 1850 periódicos semanales, unas 14 empresas y aumentando el número de páginas a unas 24 – 28 páginas dependiendo de la semana si se le encartaba un cuerpo especial que titulamos DOSSIER y todo financiado con las colaboraciones a puerta de fábrica y de las cotizaciones de camaradas obreros organizados dentro de las mismas. Estas finanzas nos permitieron tener 1 tiempo completo (tc) y un medio tiempo. Sostener los gastos de un carro, adquirir equipos de sonido, y cubrir gastos de propaganda y otros volantes que editábamos como parte de nuestra militancia revolucionaria.

En esos primeros tiempos la izquierda socialista tenía un repunte a nivel nacional y del estado Lara, despuntando los compañeros de la Liga Socialista (LS), Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y Ruptura, quienes liderizaban el rescate sindical de manos de la burocracia cetevista (AD, COPEI, MEP) y habían anclado con fuerza en sectores como el metalúrgico, plástico y madera.

A nivel nacional surgían con cierta fuerza primero el MAS, luego el MIR, que le dieron paso en los ochenta a la Causa R, como corrientes sindicales nacionales, sin olvidar la importante fuerza de los compañeros de La Chispa, que se ubicaban fundamentalmente en Aragua y Carabobo. Aparte de ellas también tenían una importante presencia en sindicatos a nivel nacional, el PCV a través de la CUTV, y también los Comités de Lucha Popular o CLP.

En estos primeros tiempos contribuimos de manera importante y decisiva a la sindicalización de METEC, NARDI Y TUBOVEN, empresas metalúrgicas, FANAESCA – CRUZ VERDE e hicimos nuestras primeras experiencias de lucha. Incluso llegamos a participar en las elecciones de ENVASA, las cuales ganamos en la segunda oportunidad que lo participamos. Eran tiempos donde AD y COPEI tenían el dominio absoluto de los sindicatos tanto en el sector público como privado. Cuando se unían Inspectoría del Trabajo, Gobernación, empresarios y dirigentes sindicales de la CTV, para impedir el triunfo de cualquier corriente sindical democrática y combativa, no se diga revolucionaria.

ELPARO DEL 25 DE OCTUBRE DE 1979

Corría el año de 1979. El gobierno de Luis Herrera ya había mostrado ante la clase obrera y el pueblo que no iba a ser en esencia distinto al de Carlos Andrés. Los precios golpeaban el salario real de los trabajadores.

El descontento crecía en las filas obreras. Las contradicciones entre AD y COPEI hacían aparecer fisuras en el plano sindical. Desde Enero de 1979, en las páginas de El Topo Obrero comenzamos a desarrollar una serie de análisis que nos indicaban la posibilidad de impulsar la lucha unificada de los trabajadores por un aumento general de sueldos y salarios, por lo empezamos a plantear la necesidad de impulsar un Paro Nacional y para ello llamábamos a las corrientes clasistas y socialistas a hacer frente único en torno a esta propuesta.

La petición de aumento salarial hecha al gobierno era peloteada del ejecutivo al legislativo. La dirigencia nacional de la CTV no hacía nada por destrancar el juego. Desde Carabobo, los compañeros de La Chispa, de la cual viene el compañero Orlando Chirino, hoy coordinador nacional de la UNT, se apalancan de su fuerza sindical en la CUTV en Aragua y Carabobo e impulsan un paro regional en el estado Carabobo. Los compañeros se mueven entre las contradicciones de la burocracia y sirven de motor al Paro Nacional del 25 de Octubre de 1979.

La burocracia cetevista viendo la explosividad de la situación obrera, no puede permitir que fuerzas sindicales radicales se abanderen de la lucha, con la posibilidad de generar una dinámica sindical que les cuestione su hegemonía. Esa es la combinación de elementos que definió helecho concreto del paro nacional. El salario mínimo fue aumentado por el fenecido Congreso Nacional a 50 Bolívares diarios.

En Barquisimeto, El Topo Obrero, que había planteado la propuesta del paro nacional participa con su columna propia firmada por Frente de Trabajadores Socialistas del MAS, desde donde hacíamos nuestro trabajo político sindical.

Desde nuestro periódico, también participamos en los Comités de solidaridad con la revolución sandinista y contra el apoyo del imperialismo yanqui a la contra nicaragüense. Militamos en apoyo a la lucha del pueblo salvadoreño que desde Morazán y otras zonas combatía la dictadura del general Dábuison y del demócrata-cristiano Napoleón Duarte, que era apoyado por el gobierno de Luis Herrera Campins y el imperialismo norteamericano.

En el año 1981, fuimos los únicos que impulsamos, en nuestro estado, la realización de los Paros Cívicos que se venían realizando en algunos otros estados del País y formamos un frente de organizaciones y dirigentes obreros y populares que logró que la CTV convocara un Consejo General donde se aprobó la realización del Paro Cívico en Lara, pero la burocracia maniobró, no fijó fecha y le dio largas hasta que el ambiente nacional se enfrió.

Cuando el gobierno nacional decretó la suspensión de las garantías, a raíz de las radicales movilizaciones de Mérida en repudio del asesinato de un estudiante que carabaneaba tras su graduación en la ULA, junto a otros compañeros y grupos montamos un acto público en la histórica Casa del Maestro denunciando este hecho que solo afectaba los intereses de los trabajadores y el pueblo.

Después del golpe de 4F, en los días subsiguientes, sacamos un díptico donde declaramos que si bien no apoyábamos el golpe de estado como forma de lucha, exigíamos la libertad de los militares presos, pues el único responsable de esa asonada el gobierno de Carlos Andrés parte 2, que se había burlado de todo el pueblo. El díptico lo repartimos en taxis y en sectores del movimiento obrero, en momentos que nadie se atrevía a declararse abiertamente sobre el golpe.

Actuamos consecuentemente y ante la posibilidad de un nuevo golpe, actuamos en diversas asambleas obreras y populares planteando la necesidad de fortalecer las organizaciones obreras y populares con un programa de reivindicaciones mínimas y políticas, llegando a plantear abiertamente la necesidad de organizar abiertamente el armamento del pueblo, para que en el momento oportuno, fuese el mismo pueblo quien tomase acciones contra el gobierno burgués de CAP.

Llegado el proceso electoral de 1998, nuestro periódico salía con mucha irregularidad y habíamos realizado un “frente de acción” con otros compañeros, entre ellos el hoy diputado Víctor Martínez y algunos de los compañeros que hoy publican “Informe 7” y publicamos el periódico “Pueblo Rebelde”, del cual se sacaron 4 números en 4 meses y donde en su primera edición dejamos en claro nuestro apoyo a la candidatura del Teniente Coronel (r) Hugo Chávez, en base a los ejes de su programa electoral, que de cumplirse, abrirían las puertas de una verdadera revolución, lo cual es lo que estamos viviendo hoy en nuestro País.

A raíz del triunfo de Chávez, triunfo que fue una declaración de guerra contra el imperialismo norteamericano y el golpe de estado del 11A, donde estuvimos en primera fila desde el primer momento denunciándolo aún antes de que se produjese y combatiéndolo cuando se desató, mediante propaganda y reuniones de muchos viejos y nuevos camaradas, llamando a la concentración del pueblo en las diversas plazas Bolívar del estado, para discutir las acciones a seguir, hasta el nuevo golpe ahora en forma de lock out petrolero, donde hicimos propuestas como la nacionalización del sector bancario bajo control obrero y social y el armamento del pueblo, volanteamos por decenas de miles la ciudad, participamos en las “Esquina caliente” que se montaron, propagandizamos el control obrero en la refinería de Puerto La Cruz, y muchas cosas más hasta ver derrotado la nueva intentona imperialista por derrocar a Chávez y hacer retroceder el proceso revolucionario en Venezuela.

La parte más reciente de nuestra historia la conocen nuestros lectores, amigos y camaradas de lucha. En Diciembre de 2003 nos unificamos con los camaradas del periódico “El Militante” pertenecientes al Comité por una Internacional Marxista y fundamos la “Corriente Marxista Revolucionaria”.

Y nos unificamos para fortalecer nuestra participación en la lucha social, hecho que lo demostramos con nuestra actividad en solidaridad con lo compañeros de Venepal, hoy Invepal, con los compañeros de Válvulas, hoy Inveval, con los compañeros del Seguro Social y de Snacks América Latina de Barquisimeto, o con tantos otras luchas que han aparecido en las paginas de nuestro periódico o de nuestra página Web: venezuela.elmilitante.org