Teoría

Un partido revolucionario es en primer término ideas, métodos, programa y tradiciones y solo en segundo lugar un aparato. La fuerza del bolchevismo, aquel partido que con Lenin y Trotsky dirigieron a la clase obrera a la toma del poder, residía en la corrección y superioridad de las ideas del marxismo sobre el resto de las corrientes del pensamiento.

En 1872, en respuesta a las intrigas de Bakunin y su sociedad secreta, la Conferencia de La Haya de la Primera Internacional aprobó una resolución prohibiendo cualquier organización con un programa independiente que funcionase dentro del conjunto de la Internacional y procedió a expulsar a Bakunin y sus seguidores, poniendo fin a las diatribas y las intrigas internas, y estableciendo los principios sobre los que la funcionaría organización. [Primera parte]

La capacidad de los socialistas revolucionarios de extender sus ideas e influencia dependerá decisivamente de su capacidad para ganar para las mismas a las bases de las organizaciones de masas, especialmente de los sindicatos, pero también de los partidos y movimientos tradicionales de masas. De este hecho se desprenden las tácticas a desarrollar en cada país para conectar con el movimiento vivo y real de las masas trabajadoras.

Comenzamos la publicación de una importante serie de artículos de Alan Woods, la cual nos provee una explicación marxista de los procesos que dieron colapso a la República romana. Aquí, el método del materialismo histórico es usado para arrojar luz sobre un momento decisivo de suma importancia en la historia mundial. Para los marxistas, el estudio de la historia no es solo un pasatiempo sin algún sentido. Es fundamental que estudiemos la historia para extraer las lecciones de ésta. Parafraseando al filosofo americano George Santayana: “quién no aprende de la historia está condenado a repetirla”.

El llamamiento del presidente Chávez a organizar una nueva internacional revolucionaria, la Quinta Internacional, ha provocado discusión apasionada en las filas del movimiento obrero en América Latina y en todo el mundo. Los marxistas no podemos mantenernos indiferentes ante esta cuestión. ¿Qué actitud debemos tomar?

Tras la derrota de la Comuna de París, diversas tendencias ultraizquierdistas y oportunistas emergieron dentro de la Primera Internacional, las cuales conspiraron contra el Consejo General y trataron de usar el nombre de la organización internacional para sus propios fines. Esto fue finalmente resuelto con la expulsión de estos elementos, junto con el otorgamiento de poderes estrictos establecidos para el Consejo General y de normas claras sobre la forma en que la Internacional debía manejarse.

La Comuna de París puso a prueba las diferentes corrientes dentro de la Primera Internacional. Su derrota posterior creó una atmósfera donde prosperaron todo tipo de elementos desmoralizados. La intriga estaba a la orden del día. Esto condujo a un cuestionamiento de la dirección centralizada, de la función misma de la dirección. Marx y Engels respondieron a todo esto completamente.

Está de moda retratar el marxismo como una fuente de autoritarismo. Esta acusación ha sido planteada en repetidas ocasiones por los anarquistas, los reformistas y toda clase de oportunistas. Bakunin fue uno de los exponentes más famosos de tales acusaciones. Pero la verdad es concreta y los hechos históricos revelan que los mismos elementos que gritan con gran alboroto contra el autoritarismo son los peores burócratas y autoritarios... en los lugares donde se las arreglan para llevar el mando.

Ha habido muchas escisiones en la historia del movimiento marxista. Los enemigos del marxismo se agarran a este hecho como prueba de una debilidad inherente, un espíritu de intolerancia, centralismo excesivo, tendencias burocráticas y autoritarias y demás. Los mismos argumentos fueron utilizados en la I Intenacional (Asociación Internacional de los Trabajadores - AIT), cuando Marx y Engels se vieron obligados a luchar contra los seguidores del anarquista Bakunin. El documento que estamos publicando en varias entregas, Las pretendidas escisiones en la Internacional es un recordatorio de las diferencias entre el marxismo y el anarquismo. Creemos que se merece una lectura

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El estudio de la posición de León Trotsky sobre la lucha antiimperialista en América Latina tiene una gran relevancia para la realidad actual de nuestro continente. Concretamente, la teoría de la Revolución Permanente, formulada por Trotsky, dotó al marxismo de la base teórica correcta para comprender en toda su amplitud el carácter de la lucha antiimperialista de las masas trabajadoras en los países ex-coloniales y de capitalismo atrasado.

Hace veinte años, cuando el Muro de Berlín se venía abajo, la burguesía en el occidente estaba eufórica, regocijándose de la "caída del comunismo". Veinte años después las cosas parecen muy diferentes al haber entrado el capitalismo en su crisis más grave desde 1929. Ahora, una mayoría en la antigua Alemania Oriental vota por la izquierda y mira hacia atrás a lo que fue positivo de la economía planificada. Después de rechazar el estalinismo, ahora han podido probar el capitalismo, y han sacado la conclusión de que el socialismo es mejor que el capitalismo.

Este trabajo fue escrito hace 5 años, cuando se cumplieron los 15 años de la caída del Muro de Berlín, y mantiene toda su actualidad. Ofrece un análisis marxista de cómo surgió el fenómeno del estalinismo y, basándose en las enseñanzas de León Trotsky y Ted Grant, explora las causas que hicieron inevitable su posterior caída y derrumbe. Al mismo tiempo, rescata las tradiciones, banderas y métodos limpios del marxismo y del comunismo para la actual generación de luchadores revolucionarios.

En 1846, el comunista utópico alemán Wilhelm Weitling se quejaba de que los "intelectuales" Marx y Engels sólo escribían sobre temas oscuros que no tenían ningún interés para los trabajadores. Marx respondió furioso con las siguientes palabras: "la ignorancia nunca ayudó a nadie". La respuesta de Marx es tan válida hoy como lo fue entonces.

Para los marxistas la revolución china fue el segundo gran acontecimiento de la historia humana, sólo después de la revolución bolchevique de 1917. Millones de seres humanos, que hasta ese momento habían sido las bestias de carga del imperialismo, rompieron el yugo humillante del imperialismo y el capitalismo, entrando en el escenario de la historia mundial.

En la Escuela Internacional de la Corriente Marxista Internacional celebrada a finales de julio de este año, Alan Woods habló sobre la naturaleza de la crisis actual del capitalismo, trató la relación entre el ciclo económico y la lucha de clases, también analiza el tipo de recuperación que podemos esperar, considerando las enormes contradicciones que se han acumulado dentro del sistema.

Constantemente somos bombardeados con el mito de que el capitalismo impulsa la innovación, tecnología y el avance científico. Pero en realidad, la verdad es exactamente lo opuesto. El capitalismo está retrasando todos y cada uno de los aspectos del desarrollo humano, y la ciencia y tecnología no son una excepción.

El marxismo parte de la idea de que la "violencia es la partera de toda vieja sociedad que lleva en sus entrañas una nueva", que el Estado en última instancia está formado por cuerpos de hombres armados que son un instrumento de la clase dominante para la opresión de otras clases. Nunca en ningún momento hemos negado que la clase obrera, cuando se propone transformar la sociedad inevitablemente se encontrará con la resistencia de las clases poseedoras o que esta resistencia en determinadas condiciones pueda desembocar en una guerra civil.

Esta biografía es un trabajo poco usual, ya que explicaremos los rasgos más importantes de la vida de Einstein desde un punto de vista marxista, evidentemente, usando la columna vertebral de esta filosofía, es decir: el materialismo dialéctico.