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Lo que estamos presenciando en Irán es una verdadera revolución popular. Sin embargo, para poner su sello en el movimiento la clase obrera debe participar en la primera línea. El movimiento se mantendrá o caerá en el grado que la clase obrera sea capaz de dirigirla.

El fraude electoral en las elecciones presidenciales de Irán, el pasado 12 de Junio, ha desatado en las calles una impresionante oleada de movilizaciones mostrando el enorme descontento de la población iraní contra la dictadura fundamentalista.

Más de 250.000 estudiantes de secundaria y universidad, jóvenes trabajadores y profesores, participaron la semana pasada en una "huelga educativa" en Alemania.

O combate contra a crise capitalista passa pela batalha contra as alianças com os patrões na preparação do PED (Processo de Eleições Diretas) do Partido dos Trabalhadores.

Todas as condições objetivas assinaladas por Lênin para a revolução amadureceram no Irã. Os acontecimentos dos últimos dias marcam o principio da revolução iraniana, que se desenvolverá durante todo um período.

El sábado 20 y el domingo 21 de junio, el movimiento de masas en Irán dio otro paso adelante. Después de toda una semana de manifestaciones ilegales, el líder supremo Alí Kamenei ha dejado claro que no permitirán más protestas, que se utilizará toda la fuerza del aparato represivo. Eso no ha parado al movimiento. Durante los dos días, miles salieron a las calles y cuando la policía y otras fuerzas represivas intentaron detener la manifestación, la población luchó, en algunos casos la policía tuvo que retirarse. Nada será igual después de este fin de semana.

La revolución bolivariana e Iran
Es comprensible que para muchos revolucionarios en Venezuela, una situación en la que la oposición denuncia fraude electoral y en la que ésta denuncia recibe el apoyo de las potencias imperialistas y que además se producen manifestaciones en la calle contra los resultados electorales, pueda llevar a establecer paralelismos con situaciones que hemos vivido durante la revolución bolivariana.

En la madrugada del 9 de abril del año pasado, el vice-presidente Ramón Carrizalez anunció la decisión del presidente Chávez de nacionalizar a SIDOR. Este fue el resultado de una larga lucha por parte de la masa laboral. No es ninguna exageración sostener que la nacionalización fue producto únicamente de la heroica pelea de los obreros que lucharon a pesar del boicoteo mediático, a pesar de la oposición feroz del entonces ministro de trabajo y de muchos burócratas en el aparato estatal y a pesar de la traición por parte de buena parte de la dirigencia sindical.

Dos compañeros del PTUDC (Campaña por la Defensa de los Sindicatos Pakistaníes) han sido detenidos ilegalmente mientras repartían panfletos a las afueras de Steel Pakistan en Karachi. Han sido golpeados y sometidos a tortura por parte del personal de seguridad, actualmente están en comisaría. El PTUDC está exigiendo su liberación y pide la solidaridad de los trabajadores de todo el mundo.

Cuando llegan noticias sobre los enfrentamientos entre manifestantes y la policía en Teherán, está claro que el movimiento contra el fraude ha alcanzado un punto crítico. El discurso de Kamenei ayer arrojó un guante al movimiento y amenazó con repercusiones si continuaban las protestas, pero la clase obrera organizado ahora se ha unido a la lucha contra el régimen.

Continúan las tormentosas manifestaciones callejeras en Irán y cobran fuerza. Los manifestantes anti-gobierno celebraron otro gran acto hoy (miércoles) en el centro de Teherán, que, a juzgar por las fotografías que acabamos de recibir, ha empequeñecido las masivas manifestaciones de los últimos días. Desafiando de nuevo los llamamientos del ayatolá Alí Kamenei, el líder supremo, a no salir a las calles. Frente a estas enormes protestas, el régimen gobernante en Teherán se ve empujado en direcciones contrarias.

Todas las condiciones objetivas para la revolución señaladas por Lenin están maduras en Irán. Los acontecimientos de los últimos días marcan el principio de la revolución iraní, que se desarrollará durante todo un período. Esto se debe a la ausencia de un partido revolucionario de masas capaz de dirigir a las masas hoy. Pero las condiciones para construir esta fuerza también están maduras. Los trabajadores y jóvenes de Irán buscarán las genuinas ideas del socialismo revolucionario, del marxismo.